Y por fin el Karst: la sinécdoque y Eslovenia

Postojna, Eslovenia, 19 de agosto 2018. Soleado. 30 º C

Me dijeron hace años, cuando era más joven, más delgado y menos calvo: «existe  una región que se llama Karst y está en la antigua Yugoslavia«. Yo no presté mucha atención, me interesaban otras cosas.

Pero más tarde llegaron los parciales de Geomorfología I y II y por alguna razón incomprensible conceptos como polje, dolina, lapiaz o pónor se quedaron grabados a fuego en mi cerebro reptiliano. Igual sucedió con los procesos kársticos que formaban estos paisajes que a mi me resultaban poderosamente irresistibles. Pero sobre todo no me podía sacar de la cabeza la idea de que una pequeña región eslovena, Karst, diera nombre a un proceso geomorfológico, karstificación, que se reproducía en todos los continentes. Me volvía loco la idea de que el fenómeno geomorfológico más extendido por la superficie terrestre no llevara el nombre de un condado norteamericano, un investigador alemán o villorrio francés. ¡Qué grandes estos eslovenos! Mientras releía los apuntes para el parcial en enero del 97 imaginaba cómo habría sido la ciencia geomorfológica si mi ciudad hubiera servido de modelo para nombrar los procesos de formación de relieve relacionados con la disolución de las rocas: procesos oscenses. Enseguida entendí que Huesca carecía de la fuerza e intensidad que exige un proceso por el que la roca se convierte líquido. Consideré adecuada la elección de Karst por la sonoridad de la palabra.

Así que una vez comprendido que se puede denominar a un todo con el nombre de una parte y que a eso se le llama sinécdoque me propuse viajar lo antes posible a la región de Karst en Eslovenia que tanto había revolucionado mi psique tras los parciales de febrero del 97.

Veintiún años después heme aquí. Como entendéis no soy de los que se precipita con las decisiones. Tras visitar complejos kársticos en cuevas en Filipinas, lapiaces increíbles en Borneo o corales abismales por fin encontré la manera de convencer a Merchef de pasar 15 días en Eslovenia.

Cañón en el Karst

Una vez aquí le expliqué toda la verdad a Merchef y le confesé que el verdadero motivo del viaje era comprobar que los geomorfólogos no se habían equivocado a la hora de elegir nombre a los procesos kársticos. Ella me miró, me odió, pegó un trago a su cerveza y me quiso otra vez. Las amarguras son menos amargas si se sirven con cerveza.

Y sí, no hay duda, el karst se tiene que llamar Karst. Aquí los valles son dolinas, existen pueblos que se llaman polje, los ríos forman estrechos y profundos barrancos, las aguas desaparecen en el subsuelo y reaparecen kilómetros después como por arte de magia, cada año se descubren nuevas cuevas y simas y Eslovenia es el país con más aficionados a la espeleología por kilómetro cuadrado.

Y sobre todo, hay un lugar que se llama la cueva de Skocjan  que hay que conocer para entender que hay veces que una gota de agua es más poderosa que una roca.

 

Algunas cosas prácticas sobre nuestra visita al Karst

Ahora viajamos en familia, con un bebé de 15 meses, así que nos vamos adaptando a una nueva manera de movernos. Y estamos todavía aprendiendo

.- Transporte: coche de alquiler desde el aeropuerto de Venecia.

.- Alojamiento: por primera vez nos alojamos con nuestra pequeña koala en un albergue juvenil, youth hostel Proteus en Postojna. Habitación con tres camas individuales, baños compartidos, cocina común, aparcamiento gratuito. Recomendable y renovado en los últimos años. Reserva si vas en temporada alta

En el castillo de Predjama (castillo en una cueva)

.- «Must see» Cueva Postojna o cueva Skocjan: no podemos ayudar, nosotros elegimos la Skocjan por evitar las colas colas que se producen en Postojna en verano y no nos defraudó… De hecho quedamos impresionados por el cañón que el río Reka ha excavado en el interior de la cueva Skocjan que creemos que nadie se lo debería perder. Ahh, no dejan hacer fotos así que las imágenes las debes guardar en la memoria. Experiencia única!

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